La Azul playera avanzó a cuartos de final gracias la gran actuación de Agustín Ruiz. Mañana a las 11:00 p.m. (Hora de El Salvador) enfrentará a España.
“Tin”. “Tin”. “Tin”. “Tin”. “Tin”. Y no es canción. Es lo que sonaría si uno recita la cantidad de goles que anotó Agustín Ruiz ayer contra Islas Salomón. “Tin” fue el sostén del equipo una vez más y encaminó a El Salvador a una nueva clasificación a cuartos de final de un mundial de fútbol playa. 7-6 se ganó, con cinco tantos de Ruiz, uno de Élmer Robles y otro de Frank Velásquez.
El Salvador comenzó el encuentro como debía, hacia adelante, empujando a Islas Salomón su cancha y con pólvora en los pies, con cinco remates en los primeros cinco minutos. Probó Herbert, Agustín y Élmer aunque ninguno superó al meta. En cambio, en su primer remate a arco, los oceánicos le dieron al poste del arco cuscatleco.
Islas Salomón invitó a El Salvador a un intercambio de golpes y la Azul playera lo aceptó. Al postazo del rival, la selección respondió con oportunidades que Fred Hale, meta de Salomón, sacó sobre la línea.
Visto que la vía para llegar a las redes no sería la brava, el combinado nacional apostó por la fina, con jugadas preparadas, como la del minuto seis, cuando Walter Torres, pequeño como es, le bajó una pelota al “Tin”, quien para qué soltar un pelotazo cuando también tiene el toque suave de derecha, el que fue suficiente para irse al fondo y conseguir el 1-0 en el marcador y unos minutos después el 2-0, también cortesía del “Tin”, en una jugada en que Frank le sirvió el pase en el momento exacto para el remate.
Pero de lo seguro El Salvador pasó a la intranquilidad en el minuto final del primer tiempo, puesto que Salomón descontó con un gol polémico en que Asia tocó el balón con la mano y nadie reaccionó por lo que el balón entró al fondo del arco. Luego un remate al horizontal dejó temblando las bases del que parecía seguro triunfo salvadoreño.
La finalización de la etapa sirvió para bajarle ímpetu a Islas Salomón, que arrancó el segundo tiempo con la idea de hacer alguna otra travesura pero se volvió a ver sorprendida por otra viveza de Agustín, quien peinó un remate de Herbert y sumó el tercero a su cuenta.
Pero de lo que parecía hecho se pasó al otro lado de la moneda, el de esa tierra de nadie llamada incertidumbre gracias a los errores que le dieron vida al rival. Del 3-1, la Azul playera permitió que Salomón empatara las cosas a tres en los minutos del cinco al siete gracias a dos remates de Muri, incluido un tiro libre que Herbert midió mal y que ya no pudo alcanzar.
Pero “el Tin”, como siempre, sostuvo el sueño: se fabricó un autopase, una falta y un penalti que definió con la misma maestría que su segundo tanto. Sin embargo, otra vez un error, un regalo de posesión en los últimos segundos y otra vez empatados, esta vez 4-4. Toda la vida se debía jugar en los últimos 12 minutos.
Pero para mandarlas a callar volvió a aparecer Ruiz. Puede más la fe del grupo en Dios. “Tin” se sacó una asistencia de la chistera y compartió gloria con Frank que prendió la volea para que fuera imposible de detener para Hale. 5-4. Y a falta de seis minutos para terminar el último período, Élmer Robles hizo una jugada de coraje para buscar un balón suelto contra el portero. Lo ganó el salvadoreño y fue el 6-4.
Un último suspiro de Salomón, con un penalti de Anthony Talo que acercó las cosas a 6-5. “Tin” se hartó de los intentos del rival y sacó un riflazo para el 7-5, aunque Talo volvió a acortar a uno para el 7-6. Pero ya no era suficiente, Agustín y la Azul playera ya habían hecho la obra. El próximo miércoles: en cuartos de final otra vez.
