Un pandillero de la Mara Salvatrucha fue asesinado el lunes a las 11:40 de la mañana en su casa ubicada en la colonia Santa Teresa, al oriente de Santa Ana. Fue identificado como José Javier Ramírez, de 30 años.
De acuerdo con la compañera de vida del fallecido, la víctima tenía diez minutos de haber llegado a la vivienda, luego de visitar a unos familiares.
"Él me dijo que ya había llegado y se sentó en el sillón a ver televisión", relató la mujer. Ella, junto a otros parientes, se encontraban al otro lado de la casa cuando escucharon varias detonaciones. Al llegar a la sala, encontraron a la víctima sin vida.
De acuerdo con las autoridades, la víctima tenía cuatro balazos en la cabeza. Además, cerca del cuerpo, en el suelo, habían tres proyectiles, pero no determinaron el tipo de calibre.
La viuda aseguró que apenas tenían seis meses de convivir juntos, por lo que todavía no tenían hijos en común.
La mujer dijo a las autoridades que no sabía si su pareja había recibido amenazas. Las autoridades aseguraron que se trató de un asesinato por encargo; debido a que todos los balazos los tenía en la cabeza para asegurarse de que muriera.
De acuerdo con la compañera de vida del fallecido, la víctima tenía diez minutos de haber llegado a la vivienda, luego de visitar a unos familiares.
"Él me dijo que ya había llegado y se sentó en el sillón a ver televisión", relató la mujer. Ella, junto a otros parientes, se encontraban al otro lado de la casa cuando escucharon varias detonaciones. Al llegar a la sala, encontraron a la víctima sin vida.
De acuerdo con las autoridades, la víctima tenía cuatro balazos en la cabeza. Además, cerca del cuerpo, en el suelo, habían tres proyectiles, pero no determinaron el tipo de calibre.
La viuda aseguró que apenas tenían seis meses de convivir juntos, por lo que todavía no tenían hijos en común.
La mujer dijo a las autoridades que no sabía si su pareja había recibido amenazas. Las autoridades aseguraron que se trató de un asesinato por encargo; debido a que todos los balazos los tenía en la cabeza para asegurarse de que muriera.
F. MAS
