La reciente aprobación del Convenio Marco de Control de Tabaco (CMCT) fue bien recibida por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Fondo Solidario para la Salud (Fosalud), porque esto les permitirá seguir implementando medidas que protejan a la población del humo del tabaco.
El documento establece medidas relacionadas con los precios e impuestos para reducir la demanda de tabaco, sobre la exposición del humo, divulgación de información sobre los productos de tabaco, empaquetado y etiquetado, educación, comunicación, formación y concientización del público, publicidad, promoción y patrocinio del tabaco.
"La aplicación del Convenio Marco abrirá la posibilidad de seguir implementando medidas de control y fortalecer las ya existentes; además permitirá tener acceso a las medidas y el financiamiento internacional de los Estados parte del Convenio Marco para el Control del Glossary Link Tabaquismo", publicó el Fondo Solidario para la Salud.
Mientras que la OPS en un boletín de prensa dijo que "permitirá al país continuar trabajando en el control de las graves enfermedades producidas por el consumo del Tabaco y sus sustancias tóxicas y evitar que una nueva generación sea atrapada por la adicción al cigarrillo, con la aplicación de las directrices y medidas establecidas en el Convenio, el cual fortalecerá y ampliará las medidas establecidas actualmente en la Ley de Control de Tabaco vigente".
El convenio regula la prohibición total de publicidad, promoción y patrocinio de los productos del tabaco, la protección de la exposición al humo de tabaco ajeno en todos los lugares de trabajo interiores, la prohibición del fumado en lugares públicos cerrados y transporte público. Algunos de estos puntos ya están contemplados en la Ley de Control de Tabaco, vigente desde hace más de dos años.
Hasta la fecha la ley carece de reglamento, una situación que ha sido criticada por algunas instituciones porque consideran que eso frenaba la aplicación de la normativa.
Por su parte la compañía tabacalera British American Tobacco publicó que apoya la ratificación del convenio y la legislación que respete los derechos esenciales como la libertad de empresa, de comercio y los laborales.
"British American Tobacco apoya las medidas que atiendan la finalidad de proteger la salud pública, siempre y cuando las mismas no vayan en detrimento de los derechos y las garantías individuales tutelados por la Constitución Política. Esto se logra por medio del respeto de la proporcionalidad de las medidas adoptadas, la transparencia en el proceso y la inclusión en el proceso de todas las partes interesadas", informó mediante un boletín de prensa.
Entre las medidas que prohibe la ley en el país, pero que se siguen realizando se encuentra fumar en el transporte público, en sitios deportivos y vender cigarrillos por unidad.
"La ley está, pero es una ley muerta porque el Gobierno no le ha dado el valor que le debe dar", dijo Miguel Rodríguez, presidente de Ex-Fusal, en julio del año pasado
De acuerdo con la OPS se estima que en El Salvador la proporción de fumadores o adictos al tabaco es un 11.7 por ciento de la población adulta y el 14.6 por ciento de los jóvenes.
Agrega que los servicios del sistema sanitario gastan grandes cantidades de recursos en la atención de enfermedades provocadas por el consumo del tabaco entre ellas el cáncer de pulmón, de boca y de vejiga, accidentes cerebro vasculares e infartos de miocardio.
El convenio es un tratado internacional que impulsó la Organización Mundial de la Salud en 2003, el presidente de la República, Mauricio Funes, firmó su ratificación el pasado 27 de febrero y fue aprobado el miércoles por la Asamblea Legislativa con 71 votos.
El Salvador era el único país centroamericano que no había ratificado el CMCT, son cinco naciones en la región de las Américas que tienen pendiente su ratificación.