15 de enero de 2014

Seguridad investiga a uno de los mediadores de tregua

El ministro de Justicia y Seguridad Pública, Ricardo Perdomo, dejó entrever ayer que Raúl Mijango, uno de los mediadores de la tregua entre pandillas, está siendo investigado por supuestamente ingresar objetos ilícitos a las cárceles. Esa fue la razón, según el ministro, para prohibir a Mijango la entrada al penal La Esperanza, el pasado jueves, cuando los cabecillas de las pandillas se reunieron con el secretario de Seguridad Multidimensional de la Organización de Estados Americanos (OEA), Adam Blackwell. 

“Existen algún tipo de medidas o antecedentes de que si hay procesos en los que hay investigaciones sobre la introducción de ilícitos a los penales, mientras los procesos de investigación estén abiertos, se restringe el ingreso a algunas personas”, respondió Perdomo a la pregunta de por qué no se permitió la entrada a Mijango. 

El ministro, sin embargo, no quiso mencionar explícitamente el nombre del mediador, ni mencionó qué objetos ilícitos fueron los que Mijango supuestamente introdujo a la cárcel. 

Al funcionario se le insistió sobre el punto, dado que, cuando se detecta que alguien ingresa objetos prohibidos a los penales, tanto el ministerio de Seguridad como la Dirección General de Centros Penales divulgan los nombres de los acusados. Perdomo se limitó a explicar que las autoridades trasladan las pruebas a la Fiscalía para iniciar el proceso.

La cumbre del jueves fue, según el ministro, una reunión “humanitaria-religiosa”, “No era secreta, sino privada”, agregó. 

Perdomo confirmó lo publicado por este periódico el sábado, de que el encuentro en Mariona fue autorizado por el presidente Mauricio Funes. Una decisión que, por cierto, fue en contra de un mandato del mismo Perdomo, que a su llegada al Ministerio de Seguridad, en mayo de 2013, prohibió los traslados intercarcelarios de pandilleros para participar en reuniones relacionada a la tregua.

Mijango calificó las declaraciones de Perdomo como difamaciones que pretenden afectar y destruir el proceso de tregua debido a que, según él, “este ministro desde que asumió el cargo llegó con un enfoque diferente”.

“Estas son acciones difamatorias que tienen como propósito afectar el proceso”, respondió.

Mijango cree que las autoridades de Seguridad están trabajando con un testigo criteriado, que se encuentran en el penal de Izalco, para que testifique en su contra. “Si él tiene algo contra mí y lo puede demostrar, que lo demuestre y proceda”, afirmó.

Otro de los que no pudo entrar el jueves a Mariona fue Paolo Lüers, miembro de la Fundación Humanitaria. Al igual que Mijango, Perdomo dejó entrever ayer que Lüers también es investigado. 

Según el activista de la tregua, Perdomo se refiere a una computadora que fue introducida al penal de Ciudad Barrios, lugar donde está recluida la cúpula de la Mara Salvatrucha. Lüers dijo ayer que él no dio la laptop a un reo, sino al director del penal a finales de 2012, con la venia del entonces director de Centros Penales, Nelson Rauda, y el exministro de Seguridad, David Munguía Payés.

La laptop, según Lüers, no tenía acceso a internet y serviría supuestamente para levantar una base estadística de los hijos de los internos en Ciudad Barrios. “Ya he solicitado una reunión con el señor fiscal general para que me confirme o desmienta si hay una investigación”, dijo Lüers. 

Acciones de pandillas

Perdomo también mencionó ayer que Inteligencia Policial había detectado un supuesto plan de las pandillas para desestabilizar al país antes de las elecciones del 2 de febrero. 

Pandilleros armados, según Perdomo, se reunirían para dar un mensaje a los candidatos presidenciables. No aclaró de qué forma sería el mensaje. 

“Lo que había mañana era una concentración de pandilleros armados junto con algunos tipos de acciones para mandarle un mensaje a los candidatos y al Gobierno”, añadió. Según el ministro, los planes fueron frustrados por la PNC. 

No obstante, el funcionario reveló que las pandillas continúan fortaleciéndose con adiestramiento militar para la utilización de armas largas y la adquisición de las mismas. 

A la fecha, según los informes de Inteligencia Policial, las pandillas están adquiriendo fusiles AK-47, M-16, lanzagranadas, chalecos blindados y pistolas calibre 45 y 9 milímetros, las cuales serían utilizadas para cometer los delitos. “Estamos investigando por dónde están ingresando estas armas y cómo las están adquiriendo”, agregó.