15 de enero de 2014

Carestías sanitarias por paro

Transportistas varados en las fronteras salvadoreñas tienen problemas para hallar agua potable y servicios sanitarios. Las filas de furgones se extienden por kilómetros.


Raymundo Valle Espinoza lleva seis días parqueado con su furgón desde que sus colegas motoristas, en el lado de Guatemala, decidieron bloquear el paso en protesta por el nuevo impuesto de $18 que se está cobrando en las aduanas salvadoreñas.

Raymundo, que ya ha perdido la cuenta de cuántas veces ha transitado por la frontera de La Hachadura, dice que aparte de las pérdidas de algunas hortalizas y frutas que ya han comenzado a arruinarse, también está latente el peligro de las enfermedades gastrointestinales y de la piel.

Desde que estacionó su furgón la semana pasada, este guatemalteco de 49 años originario de Escuintla ha comenzado a convivir entre extraños y conocidos compañeros cuyos vehículos pesados ya forman una fila de aproximadamente 40 kilómetros.

Durante ese tiempo, ha tenido que reforzar su paciencia y hacerle buena cara a un viaje que tiene como destino final Costa Rica, pero que, de momento, lo tiene abatido en la aduana Pedro de Alvarado.

Este motorista de camiones desde hace 19 años asegura que tiene cuatro días de lavar su ropa y asearse en el río Paz. Esta práctica ha generado dos enormes problemas. Hay muchas dificultades para encontrar agua potable, lo que ya ha generado enfermedades estomacales entre sus colegas de infortunio.

Además, ante la ausencia de letrinas o sanitarios portátiles, los transportistas varados hacen sus necesidades en las áreas verdes aledañas a la carretera.

César Espinoza, un motorista mexicano de 52 años, consideró que en La Hachadura sufren condiciones que “no son humanas”.

Asegura que algunos de sus colegas comienzan a presentar problemas en la piel, debido a que pasan expuestos todo el día a la luz de sol y por las noches al frío. Ambos transportistas dijeron que en otros países, como Panamá y México, los furgones también son sometidos al escáner, pero que sus gobiernos no realizan ningún tipo de cobro por ello.

En la otra punta de El Salvador, en la frontera de El Amatillo, las cosas no son mejores. Jacinto Vaca, transportistas nicaragüense, manifiesta que llegó el lunes por la noche en su viaje de regreso con el camión vacío.

Ayer, descansaba en una hamaca junto a otros dos compatriotas. “Antes, un desayuno valía $2 y hoy nos han cobrado $4; para bañarnos y usar el sanitario son $2; ¡y nos dan $8 de viáticos diarios, ya no nos sale estar aquí todo el día! Las personas se han aprovechado”, se quejó.

Los transportistas aseguran que cuando llega la noche tienen temor a ser asaltados. “Uno piensa también por las noches en que pueden quitarle lo que uno lleva, por eso es que buscamos quedar cerca de donde hay policías para que no nos pase nada”, dijo otro transportista nicaragüense.

Los motoristas se quejan que a pesar de que su camión no pasara revisión, siempre les cobraban los $18. “Hay unos que no pasan por los rayos X y siempre les cobran, y otros llevan 10 guías y tienen que cancelar $18 por cada día; eso no es justo”, se quejó Miguel Contreras, otro varado en El Amatillo.


Protesta se extiende


La frontera El Poy, en el departamento de Chalatenango, donde el paso vehicular estaba normal hasta ayer por la mañana, también fue afectada por las protestas, ya que el paso de camiones de carga fue bloqueado por los protestantes, quienes cerraron el paso desde el lado de Honduras.

En este punto fronterizo únicamente fue permitido el paso de vehículos livianos, informó un policía destacado en este sector, quien informó que en horas de la tarde se había generado un pequeño congestionamiento con los vehículos de carga.

“Desde hoy (ayer) fue cerrado el paso a los vehículos de carga; del lado de Honduras han bloqueado la calle y solo están pasando vehículos livianos por el momento”, dijo la fuente.

En la frontera San Cristóbal, en Santa Ana, desde ayer también fue impedido el paso de vehículos livianos y solamente se estaban permitiendo el paso a pie.