La erupción del volcán de San Miguel dejó muchos problemas a quienes residen en sus faldas. Primero, las familias que tuvieron que ser evacuadas, luego las implicaciones de la ceniza en la salud de los habitantes, pero además, la escasez de fuentes de empleo, que en su mayoría son en agricultura.
A todo eso ahora se suma que las ganaderías de la zona han visto una reducción en su producción lechera, según datos de la Asociación de Ganaderos de El Salvador ( AGES).
Danilo Fuentes, presidente de AGES, confirmó que debido a la erupción y a la lluvia de ceniza que ésta provocó, los pastizales con los que alimentan el ganado fue afectado y eso tuvo como consecuencia la reducción en la producción lechera de hasta un 20 por ciento.
A ello agrega el hecho que las reses estuvieron sometidas a mucho estrés, lo que abono para que la producción lechera mermara al punto que de 45 mil botellas que se producían por día en las ganaderías migueleñas en general, ahora solo han podido producir 25 mil, pues buena parte de las que se ubican en el volcán tuvieron producciones ínfimas.
La semana anterior, el Ministerio de Agricultura (MAG) confirmó la afectación en los pastizales al publicar en su página web que el 80 por ciento de estos fueron afectados por la ceniza.
Fuentes lo reitera y dice que los ganaderos podrían limpiar los pastizales, pero que corren el riesgo que los animales, a corto, mediano o largo plazo, se enfermen.
La otra solución que ven es la compra de alimento, pero asegura que eso les generará un gasto que no estaba previsto por el sector.