Las ausencias con que la selección de fútbol playa encaró la Copa América tuvieron razones más de fondo que las dadas a conocer. Los propios jugadores ausentes se encargaron de confirmarlo.
Agustín Ruiz, Tomás Hernández y Frank Velásquez. De los dos primeros se habló de asuntos personales y del tercero de logística para explicar su no viaje a Brasil. Sin embargo, los tres brindaron ayer sus versiones y confirmaron la publicación de este medio en la que se daba a conocer los motivos de sus ausencias.
En el caso del “Tin”, el ariete aceptó que no quiso acompañar a la Azul playera al torneo. Aseguró que habló con el entrenador de la selección, Rudis Gallo, y que le expresó que no quería viajar, sino pasar las vacaciones de Navidad y Año Nuevo con su familia. “Le dije al profe Rudis que no podía ir por motivos de estar con la familia las vacaciones. Le dije que viajar ese día era muy duro, muy difícil, muy complicado. Me dijeron que no podían obligarme porque ya había tomado la decisión yo”, explicó.
Consultado sobre la incomodidad que su ausencia habría generado en el grupo, que tampoco quería disputar el campeonato pero no pudo librarse del mismo, “Tin” lo valoró desde la postura de que cada uno podía haber tomado la misma decisión. “No sé cómo el grupo lo haya tomado porque se había hablado cada uno de nosotros si quería ir. Ellos creo que tomaron la decisión de ir, yo no, yo tomé la decisión de no viajar para poder estar con mi familia”, argumentó el jugador.
Mientras, por su parte, el otro seleccionado cuya ausencia se explicó con motivos familiares, Tomás Hernández, fue el único que tuvo una versión diferente a la dada a conocer anteriormente. Según el diminuto jugador, sí tenía intención de viajar a Brasil junto con el grupo, pero no lo hizo para cuidar la salud de su abuela.
“Mi abuela se enfermó, pero ya está mejor. Ella padece de los nervios y se le alteraron, por eso no viajé. Yo quería ir, pero hubo inconvenientes que no me dejaron; uno a veces tiene que hacer sacrificios y dejar a la familia, pero a veces también es mejor estar con ella”, se defendió.
Finalmente, en el caso de Frank Velásquez, este confirmó su viaje a Guatemala el 25 de diciembre y que este fue el que le dificultó unirse a la concentración de la selección de fútbol playa. Empero, consideró que la confirmación a última hora de la FESFUT del viaje fue la responsable del problema. “Como habían dicho que no íbamos a ir a Brasil porque ellos no venían, ahí fue el problema porque uno hace planes”, precisó.
“Si me hubieran avisado con tiempo, el 22 o 23... Imagínate que es 24 y ese día uno pasa más ocupado con la familia. Nos fuimos a Guatemala el 25 de madrugada. Me di cuenta ese día porque me conecté al Facebook; me tenía que venir el 26, pero llegué bien noche a la Barra y no podía salir a esa hora a la concentración”, agregó Frank.
¿Y la FESFUT?
Mientras tanto, la federación se defendió de los señalamientos y de las dudas que dejó la participación de la Azul playera en Brasil. Juan Francisco Peñate, encargado de la modalidad, descargó culpa en Rudis Gallo, técnico de la selección, al que atribuyó haber dado el “sí” al viaje a Copa América.
“Al no tener confirmación de Brasil para la Copa Pilsener, asumíamos que Brasil nos iba a decir que ya no fuéramos. Para mí estaba descartada esa posibilidad, pero le hablaron directamente al presidente (Carlos Méndez Florez Cabezas). Él me llama, me confirma que viene Brasil, le llamo al técnico y el técnico me dice que le demos, que era una oportunidad”, mencionó.
Empero, lo anterior entra en contraste con lo declarado a este medio por una fuente cercana a la selección, respecto a que la Azul playera no quería viajar a Brasil ya que era consciente de que no estaba bien preparada para hacer frente al torneo.
Peñate difiere. Habían perdido dos semanas de entreno y solo tuvieron cinco días para prácticas, pero el federativo considera que los seleccionados estaban listos para la competición. “Nuestros cipotes se van a pescar, qué trabajo más físico que estar en la pesca. Nuestra selección está lista en todo momento”, opinó.
Además, Peñate dejó otro punto en el tintero: no habló de sanciones o de castigos para Agustín, Frank o Tomás, pero sí avisó que por ser un año en que quieren probar nuevos jugadores, no debe extrañar que estos o algún otro jugador puedan no aparecer en otros encuentros que tenga la Azul playera a lo largo del año.
“¿Qué pasaría si en la Copa Pilsener no aparecen Frank ni Agustín? Es un supuesto, pero no sería pecado que aparezcan los nuevos y que los viejos vayan quedando. Necesitamos hacer un cambio generacional”, defendió. “Pero eso no depende del señor Peñate, depende del técnico. Nosotros nunca hemos dicho que deje jugadores. Eso es del técnico”, finalizó. Dicho queda; el tiempo dirá...