29 de septiembre de 2013

Tin, con botín de oro pero sin bote

A Agustín Ruiz, tercer máximo goleador de Tahití 2013, le robaron un motor y un bote.

Tercer máximo anotador (botín de bronce) en el mundial de fútbol playa Tahití 2013. Considerado por Rudis Gallo, técnico de la Azul playera, como “el jugador ideal”. Respetado y admirado por los jugadores más grandes de la disciplina en el mundo. Y, sin embargo, los rivales o enemigos de Agustín Ruiz no estuvieron en la Polinesia francesa, estaban en su propio país.

Cuando “el Tin” regresó a casa, el pasado viernes por la noche, con los recuerdos de Tahití y los siete goles anotados que le permitieron ubicarse como tercer máximo romperredes del torneo, se encontró con dos malas noticias. Primera, que uno de sus hijos estaba grave: tenía calentura, no podía dormir y la gripe no le daba tregua. La segunda, que le habían robado un motor y un bote con el que mandaba a pescar para la subsistencia diaria.

Ayer, la salud de su hijo había mejorado. Llegó la buena noticia acompañada de la consecución del reconocimiento en Tahití. Lo que no cambió fue que el motor y la lancha, ambos valorados en $3,000, seguían sin aparecer. Probablemente nunca lo hagan. Y así, al “Tin” no le quedaba de otra que resignarse y ser un héroe de la patria robado por su propia patria.

“Llegué y me tenían una mala noticia: me robaron un motor y un bote (mientras estaba en Tahití). Me siento triste por haber perdido el motor y el bote de un solo y no saber nada. Creo que ya me tenían vigiado”, lamentó ayer Ruiz.

“Tin” explicó que su esposa le comunicó del robo de las cosas al siguiente día de su llegada al país. “Me siento triste. Es como perder la cuma, que es lo que necesitamos nosotros para el trabajo”, agregó.

La noticia del robo del que fue presa el “Tin” corrió rápidamente ayer por las redes sociales. En un primer momento, el alcalde de Nuevo Cuscatlán, Nayib Bukele, se comprometió por la misma vía a regalar al jugador un motor nuevo.

Del goleo

La noticia del robo al seleccionado nacional opacó y dejó en segundo plano la nueva alegría que Ruiz había generado en la afición salvadoreña. Dos años después de que Frank Velásquez consiguió también la bota de bronce en Rávena como tercer máximo anotador con nueve goles, en Tahití fue el turno del “Tin”, que alzó el mismo trofeo con siete dianas.

Pese a la tristeza de lo sucedido, Agustín también tuvo palabras para valorar y agradecer por un nuevo éxito individual, mismo que, de alguna manera, consideró un consuelo luego de no haber podido repetir en Tahití lo hecho en Rávena y colarse entre los cuatro primeros del mundo.

“Primero, le doy gracias a Dios. Por el esfuerzo que hicieron mis compañeros y mi persona logré ganar la bota de bronce como tercer mejor jugador”, apuntó el “Tin”, quien recalcó que la verdadera meta del combinado playero era igualar lo de hace dos años. “Nosotros queríamos superar el cuarto lugar, pero Dios sabe cómo hace las cosas, hicimos lo posible y el esfuerzo, pero no se logró el objetivo”, agregó.

En detalle, Agustín Ruiz convirtió siete goles en cuatro partidos disputados en Tahití 2013. Fue superado únicamente por el ruso Dimitri Shishin, quien jugó seis partidos y consiguió 11 dianas; y el brasileño Bruno Xavier, también con seis encuentros y que anotó 10 tantos.

Los goles de Agustín se deglosaron en dos rivales. Se fue en blanco contra Argentina en el debut de la selección en el mundial; pero luego convirtió dos tantos en el triunfo del combinado playero ante Holanda, en el 5-1 de la segunda jornada.

La mejor actuación de “Tin” Ruiz en el torneo llegó para la tercera jornada, cuando El Salvador se jugaba el pase a cuartos de final del torneo ante Islas Salomón. Esa noche, el 23 de septiembre, el jugador más emblemático de la selección nacional de fútbol playa se hinchó a marcar goles.

Cinco fueron los tantos que anotó Ruiz esa noche ante los de Oceanía. Con ellos, potenció el triunfo de la Azul playera por 7-6 y alcanzó siete goles en el mundial, además de 17 en su cuenta global en cuatro copas del mundo, con lo que también se convirtió en el máximo anotador de CONCACAF en mundiales de la modalidad. Y mientras el “Tin” lo daba todo por su país, su bote con motoro eran robados de su casa...