Un hombre que asesinó a su cuñada embarazada de siete meses fue condenado a 40 años de cárcel la semana pasada por un juzgado de La Unión. El Ministerio Público supone que el crimen ocurrió por celos, ya que se sospecha que el asesino y la víctima eran amantes.
José Arnoldo Alvarado Téchez, de 25 años, fue condenado a 30 años de prisión por el delito de feminicidio agravado, tras ser señalado como el responsable del asesinato de la mujer más diez años por haber matado a su bebé de siete meses de gestación. Según la Policía el hombre cometió el crimen frente a su sobrina.
De acuerdo al dictamen de Medicina Legal, la mujer tenía múltiples heridas en su cuerpo, cabeza y abdomen, causadas con un corvo. Uno de los machetazos alcanzó además al bebé que ésta tenía en su vientre.
Para la Fiscalía, la condena senta un precedente importante, ya que al inicio del proceso se acusó a Alvarado unicamente por la muerte de la mujer sin considerar al bebé como parte del crimen.
Sin embargo, la hipótesis que plantearon las autoridades y la representación fiscal no pudo ser comprobada por la falta de cooperación de los familiares de las víctimas y del asesino.
La mujer murió en agosto del año pasado en la vivienda que compartía con su esposo y su hija. Alvarado llegó a la casa antes del amanecer aprovechando que su hermano, el esposo de la víctima, había salido hacia la ciudad unos días antes.
Según declaraciones de algunos vecinos era habitual que el sujeto visitira la casa de su hermano cuando éste se ausentaba y además no sospecharon que algo sucedía, ya que no escucharon gritos.
Las autoridades sospechan que Alvarado y la mujer sostenían una relación extramarital y que además el hombre creía que el bebé era su hijo y no de su hermano, como la familia pensaba.
Pero en el proceso no se ordenó tomar muestras de ADN al feto para determinar si esa fue la razón por la que el acusado dio muerte a su cuñada. La fuente judicial así como los familiares de las víctimas descartaron por completo esta versión.
Luego de asesinar a la mujer, Alvarado intentó marcharse sin prisa de la vivienda e intentó llevarse consigo a su sobrina, pero en ese momento el padre de la víctima llegó a la vivienda.
El hombre cuestionó a Alvarado y lo notó nervioso; cuando entró a la casa vio el corvo ensangrentado y llamó a la Policía, mientras retuvo en el lugar a sujeto. Tras las investigaciones las autoridades descubrieron las huellas de Alvarado en el corvo.
F. DLP