16 de abril de 2014

Agentes PNC se sienten amenazados por pandillas


Atemorizados, inseguros, en zozobra y hasta en guerra, así dicen sentirse algunos agentes policiales debido a los últimos ataques armados provocados por pandilleros que han dejado muertos y lesionados dentro de la misma institución encargada constitucionalmente de velar por la seguridad de la población salvadoreña. 

No querer hablar del tema, evadir respuesta o en algunos casos hablar con cierto resquemor sobre los ataques es la actitud de un elemento policial cuando es entrevistado con el fin de conocer su opinión.

Un agente que se atrevió a hablar del tema y que pidió el anonimato dijo que en la actualidad el policía ya no es respetado por los mareros y pandilleros; pero que esta situación se ha agravado debido a que estos grupos ahora cuentan con armas de grueso calibre. 

Por otra parte, considera que la tregua entre pandillas, firmada en marzo de 2012, fue una mala estrategia y recuerda que antes de ésta no eran frecuentes los enfrentamientos entre agentes pandilleros.

“Los últimos ataques contra otros agentes nos está indicando que prácticamente se vive una guerra contra la misma policía, es una guerra declarada directamente. Uno no sabe en qué momento podría vivir una situación similar (ser atacado por pandilleros). En este momento no hay respeto por la autoridad”, dijo el agente policial consultado ayer mientras patrullaba uno de los municipios del Gran San Salvador.

“Si uno en un procedimiento lesionamos a alguien, uno sale juzgado peor que un delincuente. Al delincuente hay muchas leyes que lo protegen más que a uno”, criticó el agente.

Sin embargo el pasado 28 de noviembre, los diputados de la Asamblea Legislativa aprobaron reformas al Código Penal para que todos agentes que lesionen o maten a un sujeto en cumplimiento del deber no vayan a la cárcel; antes bien, permanezca en libertad mientras que el caso se investiga.

“Esa reforma no nos beneficia mucho, solo podemos utilizar el arma hasta que los pandilleros ya nos hayan disparado o hasta ser amenazados. (Es decir) solo podemos dispararles si ellos nos han disparado primero”, planteó otro agente.