Los retrasos en las aduanas terrestres del país continuaron este lunes, en parte por las fallas en el sistema de Aduanas, pero también por el bloqueo de calles en al menos tres puntos fronterizos por parte de transportistas de carga.
Este sector anunció la semana pasada un paro y un bloqueo de fronteras en protesta por el cobro de $18 que la Dirección de Aduanas implementó desde el lunes 6 de enero por la nueva tasa por servicios de comercio internacional.
Los transportistas pidieron que se suspendiera este cobro para la mercancía en tránsito, cuando el destino u origen de la misma no fuera El Salvador, pero no han tenido respuesta de parte del Ejecutivo.
Este lunes, en la frontera San Cristóbal, en Santa Ana, se cerró el paso a unos tres kilómetros del puesto fronterizo, del lado guatemalteco. La protesta impidió el paso de vehículos, tanto de entrada como de salida del país, y se ha formado una fila de rastras de aproximadamente tres kilómetros en territorio salvadoreño.
En El Amatillo, La Unión, transportistas como Marco Tulio Martínez reportaban tiempos de espera arriba de 12 horas. Martínez salió el jueves de San Francisco Morazán, Honduras, llevó una carga de tomates a La Tiendona, en San Salvador, y al regreso, el domingo en la noche, se encontró con el cierre del puesto fronterizo.
Los transportistas cerraron El Amatillo el domingo a las 8 de la noche. Permitieron pasar algunas cargas y el transporte por turismo, pero al ver que se mantenía el cobro de los $18, la medida se generalizó.
Raúl Alfaro, presidente de la Asociación de Transportistas Internacionales de Carga (ASTIC), dijo que mientras no se exonere al sector del impuesto, la medida se tornará indefinida.
“Según los convenios internacionales, si el destino final de las mercaderías no es El Salvador, está exento de tasas e impuestos”, dijo en referencia a que la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA) considera que la tasa viola los convenios internacionales que ha suscrito El Salvador.
El Ministerio de Hacienda, por su parte, se pronunció sobre el documento emitido por el SIECA, y dijo que no está de acuerdo con el mismo. “Se ha enviado una nota manifestando el desacuerdo de El Salvador sobre el contenido del referido documento y solicitando la rectificación del mismo, tomando en consideración todo el marco regulatorio nacional e internacional en contexto”, dijo Hacienda, en un comunicado.
Gremiales del sector privado en El Salvador reportan que los problemas en las aduanas comprometen a diario carga por un valor de $45 millones (ver nota a parte). En La Hachadura, Ahuachapán, quienes transportan perecederos comienzan a reportar el deterioro de su carga.
Mario Antonio Portillo, quien traslada un furgón lleno de productos de panadería, dice que estos han sido afectados por el calor de la zona. Portillo dijo que se encuentra estacionado en una fila de furgones que ya alcanza los ocho kilómetros, desde el pasado miércoles en horas de la mañana.
“Las autoridades dijeron que nos sigamos reuniendo para que esto funcione más rápidamente. Pero el problema de fondo es que hay un cobro que no debería de existir”, dijo Luis Cardenal, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (CCIES).
Aunque han pedido también que se suspenda el pago de los $18, la tasa se sigue aplicando.
Este sector anunció la semana pasada un paro y un bloqueo de fronteras en protesta por el cobro de $18 que la Dirección de Aduanas implementó desde el lunes 6 de enero por la nueva tasa por servicios de comercio internacional.
Los transportistas pidieron que se suspendiera este cobro para la mercancía en tránsito, cuando el destino u origen de la misma no fuera El Salvador, pero no han tenido respuesta de parte del Ejecutivo.
Este lunes, en la frontera San Cristóbal, en Santa Ana, se cerró el paso a unos tres kilómetros del puesto fronterizo, del lado guatemalteco. La protesta impidió el paso de vehículos, tanto de entrada como de salida del país, y se ha formado una fila de rastras de aproximadamente tres kilómetros en territorio salvadoreño.
En El Amatillo, La Unión, transportistas como Marco Tulio Martínez reportaban tiempos de espera arriba de 12 horas. Martínez salió el jueves de San Francisco Morazán, Honduras, llevó una carga de tomates a La Tiendona, en San Salvador, y al regreso, el domingo en la noche, se encontró con el cierre del puesto fronterizo.
Los transportistas cerraron El Amatillo el domingo a las 8 de la noche. Permitieron pasar algunas cargas y el transporte por turismo, pero al ver que se mantenía el cobro de los $18, la medida se generalizó.
Raúl Alfaro, presidente de la Asociación de Transportistas Internacionales de Carga (ASTIC), dijo que mientras no se exonere al sector del impuesto, la medida se tornará indefinida.
“Según los convenios internacionales, si el destino final de las mercaderías no es El Salvador, está exento de tasas e impuestos”, dijo en referencia a que la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA) considera que la tasa viola los convenios internacionales que ha suscrito El Salvador.
El Ministerio de Hacienda, por su parte, se pronunció sobre el documento emitido por el SIECA, y dijo que no está de acuerdo con el mismo. “Se ha enviado una nota manifestando el desacuerdo de El Salvador sobre el contenido del referido documento y solicitando la rectificación del mismo, tomando en consideración todo el marco regulatorio nacional e internacional en contexto”, dijo Hacienda, en un comunicado.
Gremiales del sector privado en El Salvador reportan que los problemas en las aduanas comprometen a diario carga por un valor de $45 millones (ver nota a parte). En La Hachadura, Ahuachapán, quienes transportan perecederos comienzan a reportar el deterioro de su carga.
Mario Antonio Portillo, quien traslada un furgón lleno de productos de panadería, dice que estos han sido afectados por el calor de la zona. Portillo dijo que se encuentra estacionado en una fila de furgones que ya alcanza los ocho kilómetros, desde el pasado miércoles en horas de la mañana.
“Las autoridades dijeron que nos sigamos reuniendo para que esto funcione más rápidamente. Pero el problema de fondo es que hay un cobro que no debería de existir”, dijo Luis Cardenal, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (CCIES).
Aunque han pedido también que se suspenda el pago de los $18, la tasa se sigue aplicando.