20 de enero de 2014

Mazzia se hace notar

El FAS sumó su primera victoria del Clausura 2014 de la primera división, 1-2 ayer, con un doblete de Gonzalo Mazzia, en un tarde en la que Williams Reyes empató a David Cabrera y ahora ambos son los hombres récord de goleo de toda la historia de la primera división con 240 tantos.

Además de esos goles, el partido sufrió dos expulsiones, una por bando, y fue hasta cierto punto descolorido por la actuación del árbitro Fidel Paiz, que no pitó dos penales (uno a cada lado), mostró tarjetas hasta los reclamos y se las guardó cuando debió sacarlas.

No por ello el duelo se empañó y fue entretenido. Ambos equipos saltaron a la cancha con delanteras robustas, compuestas por tres elementos, lo que rápidamente hizo que los minutos de juego se llenaran de electrizantes jugadas cerca de los arcos.

El primero en probar al marco fue el Dragón. A los tres minutos, Óscar Portillo mandó un zurdazo alto, que parecía indefenso, pero de no ser por el vuelo de Luis Contreras, la pelota se habría metido en el ángulo superior izquierdo.

De esa jugada surgió un tiro de esquina que remató a marco Jimmy Valoyes; sin embargo, fue justo a los guantes del portero tigrillo.

FAS no espero mucho para contestar a esas propuestas. Bryan Tamacas, sumado al ataque, sacó un zurdazo de media distancia que saludó el poste derecho y que parecía acabaría en las redes.

Esa premura de apuestas por la ventaja en el marcador era provocada a causa de factores particulares en cada escuadra.

En el lado dragoniano, el juego de Santos Ortiz por la banda derecha y de Portillo por la izquierda generaba muchas pelotas sobre el área del “Motor”, lastimosamente sin receptor a gol.

Entretanto, los tigrillos se valían del orden que ofrecía Gerson Mayén desde la media cancha, en buen entendimiento con Mazzia, Jonathan Águila y Will Castillo.

El partido, no obstante, se abrió en una jugada estacionaria. En un tiro libre a escasos cinco metros del área.

Mayén movió la pelota para Mazzia, este la acarició de derecha y la escondió en el ángulo bajo izquierdo de Meme, que voló pero no pudo llegarle.

El argentino, al igual que el torneo pasado, volvió a marcarle al cuadro verdolaga de visita y en la primera jornada.

A esas alturas, el minuto 13, la anotación hizo que las cosas se asentaran y se pusieran en orden para beneficio de FAS.

El partido se tornó dinámico, felino, la escuadra santaneca había encontrado cómo hacer trillar por todo el campo a sus elementos, el entendimiento fluía como cosa natural; mientras que el equipo local se complicaba.

Geovanni Ulloa se barrió sobre Jonathan Águila, y el central lo expulsó con roja directa. La zona baja dragoniana sufría una baja importante y su ataque con menos pelota que explotar.

Explotaron gracias a ello los tigrillos la contra y a la velocidad comenzaron a inquietar al portero González. Jonathan Águila tuvo al menos dos veces la oportunidad de romper las redes, pero no las aprovechó.

Esos errores permitieron una llegada de los escupefuego, a través de Williams Reyes, que por primera vez la tuvo frente al marco pero la voló. Era el minuto 43.

Lamentaría al ratito no haber empatado el partido ahí y haber bajado las ínfulas al visitante antes del descanso, porque a la siguiente Mazzia no perdonaría.

Miguel Lemus recibió por la izquierda, llevó la bola a la línea final, sacó un centro pasado, al que Will Castillo le hizo sombra y Mazzia, de primera, fusiló a Meme. Fue un golazo.

En el segundo tiempo, cuando todo pintaba para que el FAS liquidara las cosas más fácilmente, fue el Dragón el que saltó con fuerza por el empate.

Mejoró el equipo local, a causa de dos cosas: la entrada de Alejando Bentos que no sirvió para nada al FAS y el gol de Williams Reyes.

Con cinco minutos de reiniciado el complemento, Rómmel Mejía ya había inquietado el arco, aunque sus opciones no acabaron dentro a causa de la aplicación de Luis Contreras.

A los 71', Reyes avisó con un disparo largo que contuvo “Motor”. Ese disparo fue la premura de lo que pronto vendría, el gol del descuento.

Reyes, asistido por Mejía, castigó las redes de la portería que por una década defendió y como lo prometió, no celebró la anotación, aunque pidió a los suyos que la ocuparan para levantar ánimos.

A causa de esa anotación, el míster Efraín Burgos se resguardó más en su media cancha.