Inquifar señala que requisitos técnicos para evaluar ofertas "son excluyentes e injustos"
Mientras que la Ley de Adquisiciones y Contratación de la Administración Pública (LACAP) indica en el artículo 71 que la Contratación Directa por parte de las instituciones públicas debe ser bajo los criterios de competencia, la realidad en la práctica es otra.
La presidenta de la Asociación de Industriales Químico-Farmacéuticos de El Salvador, Inquifar, Carmen Estela Pérez, denunció "el trato desigual" del que es objeto el sector farmacéutico local por parte del Ministerio de Salud, en referencia a las compras directas de medicinas que realiza dicha cartera.
Según Pérez, desde 2010 el Minsal ha venido cambiando sistemáticamente la forma de adquirir los productos, de tal forma que "ha venido excluyendo a la industria nacional", cambiando la LACAP y la forma de hacer compras.
"Antes eran licitaciones y hoy son compras directas, desde entonces nos han ido relegando... Nosotros cumplimos la ley", argumenta Pérez.
La metodología de evaluación de ofertas para la Contratación Directa 01/2014 denominada "Adquisición de medicamentos para Hospitales Nacionales y establecimientos de salud del primer nivel de atención que conforman la red del Ministerio de Salud para el año 2014" muestra, según la presidenta de Inquifar, la desigualdad y el favoritismo hacia las transnacionales.
En la tabla anexa se observan los requisitos que Salud exige a los laboratorios para proveer suministros a la red de salud pública y los puntajes que se les otorga con base a los certificados con los que cuentan. Los laboratorios nacionales cumplen el primer requisito del literal b.1, en buenas prácticas de manufactura, según detalla Pérez. Es decir, cuentan con el certificado emitido por la autoridad nacional extranjera según el Reglamento Técnico Centroamericano (RTCA) vigente.
La presidenta de la Asociación de Industriales Químico-Farmacéuticos de El Salvador, Inquifar, Carmen Estela Pérez, denunció "el trato desigual" del que es objeto el sector farmacéutico local por parte del Ministerio de Salud, en referencia a las compras directas de medicinas que realiza dicha cartera.
Según Pérez, desde 2010 el Minsal ha venido cambiando sistemáticamente la forma de adquirir los productos, de tal forma que "ha venido excluyendo a la industria nacional", cambiando la LACAP y la forma de hacer compras.
"Antes eran licitaciones y hoy son compras directas, desde entonces nos han ido relegando... Nosotros cumplimos la ley", argumenta Pérez.
La metodología de evaluación de ofertas para la Contratación Directa 01/2014 denominada "Adquisición de medicamentos para Hospitales Nacionales y establecimientos de salud del primer nivel de atención que conforman la red del Ministerio de Salud para el año 2014" muestra, según la presidenta de Inquifar, la desigualdad y el favoritismo hacia las transnacionales.
En la tabla anexa se observan los requisitos que Salud exige a los laboratorios para proveer suministros a la red de salud pública y los puntajes que se les otorga con base a los certificados con los que cuentan. Los laboratorios nacionales cumplen el primer requisito del literal b.1, en buenas prácticas de manufactura, según detalla Pérez. Es decir, cuentan con el certificado emitido por la autoridad nacional extranjera según el Reglamento Técnico Centroamericano (RTCA) vigente.
En el caso de El Salvador, quien emite el certificado de buenas prácticas de manufactura es la Dirección Nacional de Medicamentos. Pues así lo establece la Ley de Medicamentos aprobada en esta gestión gubernamental.
"Esta es la norma que nosotros tenemos, que no la hemos definido nosotros, la definen las autoridades", dijo.
Según la tabla de requisitos, por cada certificado que autoriza a los laboratorios se les otorga cierto puntaje. "Nos parece excluyente e injusto que a los laboratorios extranjeros se les otorgue una calificación mayor (de 20 % a 30 %) por cumplir la norma vigente en cada uno de sus países y a los laboratorios salvadoreños se les otorga una calificación menor (10 %) por cumplir con la norma vigente en nuestro país".
De acuerdo con la ejecutiva del sector, en el caso del literal b.3, los países de alta vigilancia sanitaria según la OPS son: Cuba, Argentina, Brasil, Colombia y México.
Argumenta que si el laboratorio proviene de alguno de esos países o de un país como Estados Unidos, Japón o Inglaterra entonces le dan 30 % en la evaluación.
"Lo que nosotros pedimos no es un trato preferencial, sino igualdad de condiciones", afirma refiriéndose a los parámetros de competencia.
Paradoja
En teoría, destaca Pérez, al sector farmacéutico nacional sí se les está tomando en cuenta; pero a la hora de evaluar prefieren a los que cumplen con los demás requisitos.
"Si usted les pregunta claro que nos están tomando en cuenta, pero nos están tomando en cuenta y empezamos a correr con desventaja en la carrera", enfatiza la presidenta de Inquifar.
Lo anterior representa una paradoja entre las instituciones del Estado, según Pérez: "Mientras que el Ministerio de Economía dice que quiere ayudar, que quiere promover la producción nacional de medicamentos, el Ministerio de Salud nos va haciendo a un lado". El Minec, recuerda, les ha asegurado que tiene una estrategia de producción y que ha escogido sectores para ayudar al crecimiento del país. Pero esa intención difiere con que está haciendo el Minsal, subraya.
Al exponer lo anterior, la representante de los farmacéuticos asegura que no se está exigiendo que se les favorezca de alguna manera, "lo que decimos es que nos den igualdad de condiciones", enfatiza.Añadió que "lo irónico del caso" es que mientras el sector industrial es bien recibido en otros países de Centroamérica, como lo reflejan las exportaciones con más de $110 millones el año anterior, "venderle al Ministerio de Salud aquí en El Salvador es bien complicado"