2 de diciembre de 2013

Tres homicidios en el inicio de diciembre

Asesinatos en San Salvador y San Miguel, según información policial.

Un profesor de una escuela pública en San Miguel, además de un capataz de construcción y un supuesto pandillero en el norte de San Salvador fueron las primeras víctimas de homicidio que la Policía Nacional Civil (PNC) registró en el inicio de diciembre.

Edgardo Paiz Pérez, un docente de 46 años, que trabajaba en el centro escolar del cantón El Nancito del municipio de Lolotique, en San Miguel, fue encontrado muerto en el interior de una vivienda en la tercera etapa de Ciudad Pacífica.

El hombre aparentemente fue asfixiado con una bolsa plástica. “Por cómo está la escena y porque la bolsa está sujeta con una especie de pita se presume que fue provocado, ya tiene varios días de descomposición”, dijo el delegado de la Fiscalía General de la República (FGR) que inspeccionó la escena. Familiares de Paiz Pérez manifestaron ayer que no sabían nada del docente desde el pasado 29 de noviembre.

De acuerdo con la fiscalía, la casa del polígono 14 de la avenida Las Conchas, en Ciudad Pacífica, donde ubicaron el cuerpo, es propiedad del maestro; sin embargo, este residía en el municipio de Lolotique. Parientes de Paiz Pérez lo esperaban en su casa el domingo por la madrugada, luego del carnaval de San Miguel.

Otra víctima de ayer fue Juan Antonio Sagastume Castillo, quien tenía 24 años de edad y trabajaba como maestro de obra. La PNC dijo que Sagastume fue asesinado con arma blanca, en la vivienda que alquilaba en la comunidad sector 85, calle a Suchinango, aldea Las Mercedes, en Nejapa (San Salvador).

Según el padre de la víctima, Sagastume había recibido el 30 de noviembre una suma de dinero para pagar a todos los trabajadores que supervisaba en el proyecto de construcción en que laboraba. El joven murió por heridas de un corvo en la cabeza y el abdomen.

La FGR informó de otra víctima de ayer: José Rogelio Granados Flores, de 31 años, asesinado en su vivienda del cantón La Fuente, Tonacatepeque, San Salvador. La policía afirmó que Granados Flores era un pandillero retirado.