La Azul de baloncesto no tuvo problemas para derrotar 94-48 a un amateur equipo Thundercats.
“El martes la cosa será distinta, hay que estar listos”, dijo un aficionado a la salida del gimnasio de Grant High Schools, en North Hollywood, Los Ángeles, donde ayer la selección salvadoreña mayor masculina de baloncesto aplastó 94-48 a Thundercats, un equipo amateur local que apenas opuso resistencia ante sus compatriotas.
Efectivamente, mañana la cosa será distinta. Lo será porque la Azul tendrá enfrente a un equipo más trabajado y más en forma: el de la Universidad Luterana de California que, en palabras del ejecutivo del COES Felipe Flores, “tiene gente de peso”. Y también será distinto porque el equipo nacional estará completo, con las incorporaciones de James Valladares y Michael Meza, quienes por motivos laborales no pudieron estar ayer. Además, Ronnie Aguilar sigue siendo duda tras haber sido elegido el viernes pasado por Bakersfield Jam, de la Liga de Desarrollo de la NBA.
Así, el choque de ayer le sirvió al equipo para soltar las piernas, tras el viaje del sábado y un domingo en la mañana que incluyó entrevistas en medios locales. Y al cuerpo técnico encabezado por Iván Barahona le permitió ver en acción a los nuevos del grupo: Mario Quiñónez, René Palma y los legionarios Martín Colledge y Mathew Wallace.
Las conclusiones, en palabras del auxiliar Roberto Carrillo, fueron positivas. “Por momentos los muchachos se confiaron, pero luego apretaron y salieron bien librados. Hace falta trabajo de conjunto, pero para eso son estos juegos”, recalcó el veterano preparador.
El máximo anotador para la causa salvadoreña fue Óscar Rivera, con 20 puntos, seguido por Wallace con 17 y Carlos Arias con 14.
“El martes la cosa será distinta, hay que estar listos”, dijo un aficionado a la salida del gimnasio de Grant High Schools, en North Hollywood, Los Ángeles, donde ayer la selección salvadoreña mayor masculina de baloncesto aplastó 94-48 a Thundercats, un equipo amateur local que apenas opuso resistencia ante sus compatriotas.
Efectivamente, mañana la cosa será distinta. Lo será porque la Azul tendrá enfrente a un equipo más trabajado y más en forma: el de la Universidad Luterana de California que, en palabras del ejecutivo del COES Felipe Flores, “tiene gente de peso”. Y también será distinto porque el equipo nacional estará completo, con las incorporaciones de James Valladares y Michael Meza, quienes por motivos laborales no pudieron estar ayer. Además, Ronnie Aguilar sigue siendo duda tras haber sido elegido el viernes pasado por Bakersfield Jam, de la Liga de Desarrollo de la NBA.
Así, el choque de ayer le sirvió al equipo para soltar las piernas, tras el viaje del sábado y un domingo en la mañana que incluyó entrevistas en medios locales. Y al cuerpo técnico encabezado por Iván Barahona le permitió ver en acción a los nuevos del grupo: Mario Quiñónez, René Palma y los legionarios Martín Colledge y Mathew Wallace.
Las conclusiones, en palabras del auxiliar Roberto Carrillo, fueron positivas. “Por momentos los muchachos se confiaron, pero luego apretaron y salieron bien librados. Hace falta trabajo de conjunto, pero para eso son estos juegos”, recalcó el veterano preparador.
El máximo anotador para la causa salvadoreña fue Óscar Rivera, con 20 puntos, seguido por Wallace con 17 y Carlos Arias con 14.
